La Casa Marina se desarrolla en una sola planta vinculando todos sus espacios con el parque. Una gran galería orientada al norte es el corazón de la casa permitiendo la expansión de los espacios comunes con las situaciones exteriores semicubiertas como la galería, la parrilla y el jardín-pileta. Las grandes aberturas, los muros portantes y la estructura del techo con sus galerías de madera a la vista confieren a la vivienda materiales acordes con el clima marítimo, nobles y duraderos y una franca relación con su entorno natural. La ventilación cruzada en los ambientes principales, la disposición en el terreno y sus orientaciones como también la posibilidad de incorporar paneles solares sobre los techos inclinados y la recolección del agua de lluvia hacen que la arquitectura sea respetuosa con el medio ambiente y minimice el impacto medioambiental y energético.